Un día en el expreso de Soria a Monterde
ví que subía un hombre con una oreja verde.
No era un hombre joven, sino más bien maduro,
todo menos su oreja que era de un verde puro.
Cambié pronto de asiento y me puse a su lado
para estudiar el caso de cerca y con cuidado.
Le pregunté: ” Esa oreja que tiene usted, señor…
¿Por qué es de color verde si ya es usted mayor?”
“Puede llamarme viejo … – me dijo con un guiño-
esta oreja me queda de mis tiempos de niño…
Es una oreja joven que sabe interpretar
voces que los mayores no llegan a escuchar.
Oigo la voz del árbol, de la piedra en el suelo,
del arroyo, la del pájaro, de la nube en el cielo…
…Por eso entiendo a los niños cuando hablan de esas cosas
que en orejas de mayores resultan misteriosas”
Eso me dijo el hombre con una oreja verde,
un día en el expreso de Soria a Monterde.
Poema de Gianni Rodari
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